Las habichuelas con dulce son ejemplo de la dinámica formación cultural dominicana con patrones a partir del mestizaje de blancos, negros y mulatos. Su origen se relaciona con la presencia francesa en la isla de Santo Domingo. En acuerdo con Dorvo Soulastre, un militar francés que vino al país acompañando al general Hédouville el 27 de marzo de 1798, conoció a Francois Delalande, quien introdujo la costumbre de comer legumbres o frijoles, posible origen de nuestras habichuelas con dulce.
Delalande llegó al país por una tragedia familiar que provocó huyera a Santo Domingo, donde un español, conmovido por la tragedia, le cedió un pedazo de tierra para su subsistencia.
En la colonia española, Soulastre degustó en una mesa servida “a la francesa” frutos, legumbres y una “crema de zanahoria y frijolillos” producidos por Delalande y su familia. Los dominicanos sólo conocían las legumbres secas que venían de España o de Norteamérica y nunca las habían visto verdes en sus mercados. De las legumbres de Delalande, a Soulastre le llamó la atención especialmente unos “frijolillos” mejor cuidados que otros, los cuales se comían “tan finos y azucarados” como en Francia.
A parte de estos “frijolillos finos y azucarados”, a Soulastre le brindaron una merienda de lacticinios, confituras, pastelones de azahar, “merengues” con vainillas, dulce angélico y chocolate, entre los cuales se pueden identificar tres elementos básicos de las habichuelas con dulce: frijoles, productos lácteos y azúcar.
El proceso de fusión y síntesis culinaria del pueblo dominicano habría convertido estos ingredientes, después de la Independencia de 1844, en las habichuelas con dulce. Los frijoles franceses sembrados aquí y los importados debieron ser sustituidos por las habichuelas precolombinas. Los dominicanos consumían frijoles franceses o criollos, azucarados o salados.
Otro argumento que permite relacionar los “frijolillos azucarados” franceses con el origen de las habichuelas con dulce es que Soulastre los describió en vísperas de Semana Santa, “cuatro días antes del Domingo de Ramos”, lo que indica que eran parte de esta conmemoración.
Hasta que se demuestre lo contrario, las habichuelas con dulce son un producto cultural único y auténticamente dominicano. Preparar y comer habichuelas con dulce es disfrutar del sabor de la Patria y de la esencia de la cultura dominicana.