La «Bandera» como protagonista de la gastronomía criolla, arroz con habichuelas y carne, tiene su punto de partida tras el comienzo del cultivo de arroz en la isla tras la llegada de los españoles ya que los primeros pobladores de la isla (taínos) consumían básicamente yuca y maíz y como la oferta de alimentos era tan limitada, decidieron introducir el arroz a América, específicamente por el Caribe; aunque a Cristóbal Colón no le resultó tan fácil.
Al llegar la corte de la virreina María de Toledo, esposa de Diego Colón, todo cambió. Sus damas de compañía y cocineros procedían del sur de España, donde por 800 años gobernaron los moros (árabes) que consumían mucho este cereal.
Entre los platos que elaboraban estaba la paella y el arroz con habichuelas denominado “moros con cristianos”. De esta manera, surgen el locrio y el moro que consumimos hoy los dominicanos.
Para sorpresa de muchos, el locrio, una variedad de la paella española, y que se elabora esencialmente a base de la mezcla de arroz y algún tipo de carne, por años fue el plato más consumido, por supuesto, producto de la marcada influencia española en la isla.
La palabra locrio deriva de locro y criollo. Locro: un guiso de carnes con papas, maíz o judías, verduras u hortalizas, consumido en varios países de América del Sur y criollo, el descendiente de algún europeo y nacido en las colonias.
Más de 300 años después, justo, durante la tiranía de Ulises Hereaux (Lilís) el cultivo y consumo de arroz logró su mayor esplendor. El ferrocarril, construido por el dictador, permitió llevarlo de una región a otra del país y, por ende, servirlo en las mesas.
El locrio, en tanto, alcanzó tal popularidad que era considerado el plato nacional, explica el arquitecto, pintor y artista dominicano Cristian Martínez Villanueva, en un artículo titulado “El arroz en la República Dominicana”.
Según cuenta Martínez Villanueva, la fama y preferencia del locrio era tanta que durante “la firma del Manifiesto de Monte Cristi en 1895, protagonizado por José Martí y Máximo Gómez, el ilustre invitado cubano fue agasajado con un sabroso locrio dominicano”.
Y así surgió la ‘bandera dominicana’. Algunos textos hablan de que el origen de este plato se remonta a la “España Boba”, en 1809-1821, mucho ante del Gobierno de Lilís.